El pasado 19 de diciembre, el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en México, anunció un programa piloto en Saltillo, Coahuila para promover la integración de personas refugiadas.
El alcalde expuso que se aplicarán multas a indigentes, migrantes mexicanos y extranjeros, así como a cualquier persona que sin autorización pida dinero en las calles, “y si se les vuelve a pescar, otra vez deberán pagar. No podemos hacer llamados de atención porque no sabemos si es la primera vez o ya llevan cinco”, expresó el funcionario, quien aún no precisó el monto de las sanciones.
También dijo que para permanecer en los cruceros viales de Saltillo, los pedigüeños deberán portar un chaleco de colores muy visibles.
De la misma manera, acotó que los migrantes “son como cualquier otra persona, son como ciudadanos para mí. Yo no les pido un documento; no tenemos autoridad para pedirles que demuestren su nacionalidad, pero si son migrantes y no tienen permiso, se les aplicará la misma sanción”.
Ante el representante del Acnur, Mark Manly, López Villarreal agradeció que se haya elegido a Saltillo para trasladar a familias centroamericanas refugiadas en otros estados.
Esta ciudad “abre sus puertas y corazones a nuestros hermanos centroamericanos y a sus familias a quienes la violencia los ha hecho huir de Guatemala, El Salvador y Honduras, entro otros países. Continuaremos apoyándolos firmemente de la mano del Acnur y la sociedad en general”, ofreció el presidente municipal.
Pero ante la proliferación de pedigüeños, el alcalde advirtió que los multará y reportará al Instituto Nacional de Migraciones (INM).
El Bando de Policía y Buen Gobierno establece en su artículo 52, en el inciso “b” relacionado con “faltas e infracciones contra el bienestar colectivo”, una multa de 2 a 10 unidades de cuenta a quienes realicen colectas o ventas en la vía pública sin autorización.
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