La aún primera dama de México, Angélica Rivera fue captada en París, Francia mientras se encontraba comiendo con sus hijas Fernanda y Sofía en un restaurante ubicado cerca de los Campos Elíseos.
Las imágenes de Angélica Rivera de Peña y sus hijas captadas por el periodista Francisco Cobos, rápidamente se volvieron tendencia y desataron miles de críticas por parte de los mexicanos en las redes sociales.
Luego también se filtró un video, donde integrantes del Estado Mayor le piden con intimación a Cobos que borrará las imágenes.
Sin embargo, su hija grabó parte de lo sucedido. “Me pidió mi teléfono celular, me dijo que me identificara, me dijo que borrara las imágenes, y le dije que no lo iba a hacer”, relató el periodista en un video. Cuadras más adelante, el militar “finalmente se convenció y se regresó”, dijo Cobos.
Sin embargo, hay otro detalle, L’Avenue el restaurante donde fue la esposa de Enrique Peña Nieto es uno de los más elitistas, xenófobos y racistas de París.
Oh sea, si eres negro, árabe, pobre, gordo y feo- o como yo-; mejor ni te acerques a L’Avenue.
El restaurante parisino rechaza a toda persona de origen árabe, para empezar. Si llega una mujer con velo (aunque sean millonaria) no hay forma de que la sienten en la terraza, pues “daría una pésima imagen”, de acuerdo con los testimonios de cuatro meseras que trabajaron en L’Avenue durante varios años, obtenidos por el portal Buzfeed News.
El restaurante, conocido por su exclusividad y por haber sido visitado por celebridades como Kim Kardashian y Rihanna. El patrón insiste a su personal que no permitan la entrada a personas que no sean delgadas, bellas, blancas o famosas. De acuerdo con las meseras de L’Avenue, el patrón prefiere tener a dos personas bellas en la terraza, tomando sólo café, que mujeres con velo.
El dueño del establecimiento, Alexandre Denis, incluso creó un sistema para evitar la entrada a ciertas personas: Si una persona con nombre árabe desea reservar un asiento en L’Avenue, se le hace creer que no hay lugares; si insiste, se le debe ofrecer el servicio hasta el final, a las tres de la tarde (en Francia se come al mediodía); si insiste aún más se le hace sentar en el piso de arriba, para que nadie lo vea. Lo mismo con las personas con sobrepeso, que no cumplen los cánones de belleza, que tienen piel oscura o que son de origen asiático.