Takis aumenta riesgo de diabetes y asma: estudio


Es un producto alto en calorías, grasas saturadas, sodio, colorantes y aditivos.
Contiene glutamato monosódico, que altera los umbrales de saciedad promoviendo el sobreconsumo.
Contiene colorantes sintéticos asociados a reacciones alérgicas.

Las frituras Takis Fuego, de la empresa Barcel, aumentan el riesgo de desarrollar diabetes y asma, de acuerdo con un análisis hecho por la organización El Poder del Consumidor.

La organización presentó la radiografía del producto, en la cual analizó todos los ingredientes del producto Takis Fuego y advirtió que su consumo excesivo es dañino para la salud.

Entre los elementos que se hallaron está el colorante amarillo ocaso (FCF), el cual provoca intolerancia en personas sensibles a la aspirina y libera histamina, sustancia que intensifica los síntomas del asma.

Asimismo, las frituras tienen un aditivo conocido como maltodextrina, el cual se usa para aumentar el sabor y tiempo de vida del producto, pero su “excesivo consumo puede predisponer a generar resistencia a la insulina o diabetes”, y genera complicaciones en personas diagnosticadas.

De este modo, la organización recomendó no consumir Takis Fuego debido a la cantidad de sodio, aditivos y grasas que dañan la salud, entre ellos, el glutamato monosódico, una sustancia que potencia los sabores de la comida y se usa en casi todos los productos procesados.

Estudio completo:

Échale un vistazo a nuestras radiografías de productos: sencillas, concisas y documentadas.

Takis fuego de Barcel (bolsa de 62 gramos):

Sodio:

Contiene 977 miligramos (mg) de sodio por porción de 62 gramos (g) de producto, lo que cubre el 65.13% del sodio total recomendado para un niño o niña (1,500 mg) y el 48.8% de la recomendación para un adulto (2,000 mg) del sodio máximo recomendado según la Organización Mundial de la Salud (OMS).1
El consumo excesivo de sodio produce un mayor volumen sanguíneo, generando un desgaste en las paredes de las arterias y en consecuencia en el sistema cardiovascular, lo que ocasiona hipertensión arterial, una enfermedad crónica no transmisible que en sus inicios puede ser asintomática, pero con graves consecuencias para la salud.
Es importante recalcar que el sodio no sólo se encuentra en la sal de mesa, sino que los alimentos procesados lo contienen en cantidades mayores.2 Es por eso la importancia de incluir productos naturales y frescos en nuestra dieta habitual y reducir así el consumo de productos empaquetados.

Grasas:

Contiene 17.4 g de grasas por porción de 62 g de producto, de las cuales 5.2 g provienen de grasas saturadas, lo que equivale a un poco más de una cucharada cafetera, cubriendo el 23.63% de la recomendación de la OMS para evitar alteraciones en los niveles de colesterol sanguíneo y disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.3
Por ello, se debe limitar su consumo y sustituirse por grasas poliinsaturadas –consideradas cardioprotectoras- contenidas en alimentos como aguacate, nueces, almendras, cacahuates, chia, aceite de oliva, pistaches y pepitas.4

Energía:

Por su alto contenido de grasas, este producto es también alto en calorías. Tan sólo la porción de 62 g contiene 315 calorías.
De acuerdo con las recomendaciones de ingestión de nutrimentos para la población mexicana, donde el promedio de consumo al día es de 2,000 calorías en un adulto y de 1,579 kcal en niños,5 únicamente con una bolsa de este producto se está consumiendo el 15.7% (adultos) y el 19.94% (niños) de las calorías totales que podemos consumir en todo el día.
Además, las calorías de este producto son de bajo aporte nutricional y desplazan el consumo de alimentos frescos y naturales, aunado al hecho de que modifican nuestros hábitos alimentarios desde la infancia, al ser un producto muy consumido por niñas y niños.

Ingredientes:

Contiene 22 ingredientes, demasiados para una botana, de los cuales el segundo es aceite vegetal.
Además, contiene mejoradores (maltodextrina) y potenciadores del sabor (glutamato monosódico), así como colorantes (rojo 40 y amarillo 6) para intensificar su color, el resto son aditivos que evitan rancidez y alargan la vida de anaquel del producto.
Harina de maíz, aceite vegetal, sazonador, sal yodada, azúcar, saborizantes naturales idénticos al natural, ácido cítrico, proteína vegetal hidrolizada de soja, extracto de levadura, glutamato monosódico, maltodextrina, diacetato de sodio, aceite hidrogenado, colorantes y colorantes (laca rojo n° 40 y laca amarilla n° 6), cebolla, extracto de chile, bicarbonato de sodio, inosinato y guanilato de sodio y no más de 2% de dióxido de silicio como antiglomerante) y antioxidante TBHQ.

Aditivos:

Maltodextrina. Aditivo usado para mejorar el sabor y aumentar la vida de anaquel de los productos.
Es un azúcar simple, por lo que su absorción es inmediata por el intestino y pasa al torrente sanguíneo produciendo una elevación brusca de los niveles de glucosa.
Un excesivo consumo puede predisponer a generar resistencia a la insulina o diabetes, y en personas con esta afección puede acarrear complicaciones a la salud.6
Grasas Trans (aceite hidrogenado). Es un aditivo sintético usado principalmente para extender la vida de anaquel de productos industrializados y retrasar su proceso de enranciamiento.
Este tipo de grasa se identifican como una causa importante de enfermedad cardiovascular con progresión a apoplejías y ataques cardíacos, resistencia a la insulina, así como una directa asociación a cáncer de mama y próstata principalmente.7
Debido a esto la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados (FDA por sus siglas en inglés) en 2015 determinó erradicar prácticas de adición de grasas trans en alimentos para el consumo humano,8 con el fin de que se elimine totalmente el uso de este aditivo. Sin embargo, sigue estando presente en muchos productos industrializados.9
Glutamato monosódico (GMS). Se añade para potenciar el sabor de los alimentos y percibirlos más sabrosos al paladar, generando así preferencia por los alimentos con sabores muy intensos y en consecuencia el consumo regular de productos procesados pueden ocasionar ganancia de peso corporal fomentando inadecuados hábitos de alimentación en el consumidor.
Además, se ha reportado que su consumo excesivo puede generar algunas reacciones como dolor de cabeza y enrojecimiento de la piel en cara o cuello.10
TBHQ. Es un antioxidante sintético que se emplea como aditivo para extender la vida de anaquel y prevenir rancidez de los productos que contienen grasa y previene la decoloración en productos que contienen hierro.
Estudios en animales reportaron casos de tumores, hipertrofia hepática, efectos neurotóxicos, convulsiones y parálisis. En humanos se han reportado casos de alteraciones de la visión.11

Colorantes:

Rojo allura AC (rojo 40). Colorante asociado a la aparición de tumores, según estudios realizados en ratas.
En grupos pequeños de consumidores se ha visto que genera reacciones alérgicas.12
Amarillo ocaso (FCF). Colorante sintético que puede provocar intolerancia en personas hipersensibles a la aspirina, además de ser liberadores de histamina pueden intensificar los síntomas del asma.13

Etiquetado:

Este producto es ALTO en calorías, grasas saturadas y sodio, sin embargo el etiquetado GDA expresa porcentajes poco comprensibles, ya que el consumidor no conoce los parámetros bajo los cuales se está estableciendo el rango de estos nutrimentos.
Además, esos parámetros fueron establecidos bajo criterios determinados por la misma industria.
En este caso, lo primordial para la industria es que el consumidor obtenga sus productos con regularidad, más allá de ser buena fuente de nutrimentos o que impacte positivamente en el estado nutricional.
Un ejemplo claro de esto lo podemos observar en la tabla nutrimental donde se menciona que el contenido de grasas trans es de 0.6 g y también se observa en la lista de ingredientes como aceite hidrogenado, cuando este aditivo por reglamentación internacional no debería emplearse en productos para consumo humano.14
Tampoco se observa ninguna leyenda precautoria, como “Contiene colorantes que pueden tener posibles efectos en la salud”, por lo tanto no cumple con lo mencionado en la NOM-051 respecto al inciso de leyendas precautorias.15
Debemos recordar que el etiquetado debe ser un instrumento que oriente al consumidor a realizar compras informadas, con el objetivo de mejorar o mantener un buen estado de nutrición, por consiguiente, un buen estado de salud.
Además, en la cara frontal del producto se presenta la leyenda “pequeñas tortillas de maíz enrolladas y fritas sabor chile y limón”, sin embargo únicamente contiene harina de maíz, lo cual no hace que este producto pueda ser considerado como una tortilla, confundiendo al consumidor y haciéndole creer que puede ser consumido como si fuera una tostada o derivado del maíz, la cual, por el contrario a este producto, al ser nixtamalizado sí contiene un buen aporte nutrimental.

Nuestra valoración:

No se recomienda su consumo debido a su alto aporte de sodio, calorías, grasas saturadas, aditivos y colorantes, además de su nulo aporte nutricional.

Te proponemos:

Opta por consumir botanas saludables, como palomitas naturales, betabel deshidratado, churritos de amaranto, cacahuates, nueces, pistaches y almendras tostadas, pues son buena fuente de grasas poliinsaturadas que tienen un efecto cardioprotector.

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