Este martes, el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, podría estar viviendo sus últimas horas en libertad. El ex funcionario de Enrique Peña Nieto debe presentarse ante un juez para que responda por las acusaciones que afronta por presunto lavado de dinero.
Difícil decisión; si declina asistir, corre el riesgo de perder el amparo de suspensión definitiva que logró para evitar que lo arresten. Pero también existe la posibilidad de que sea detenido en el momento que esté declarando, esto lo confirmó su abogado, Javier Coello Trejo.
“Recuerden lo que ocurrió con Padrés (ex gobernador de Sonora)”, destacó el litigante.
Ante la presión que se cierne sobre Lozoya, el ex titular de Pemex ha lanzado amenazas veladas hacia distintos personajes, dando a entender que estos también están involucrados en el caso que se le acusa.
La semana pasada afloraron algunos nombres como el propio Peña Nieto, Luis Videgaray, Pedro Joaquín Coldwell e Ildefonso Guajardo. Este lunes se ha dado a conocer que el propietario de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, también estaría coludido, a través de la empresa Fertinal.
“¿Por qué de esa planta no se habla en ningún medio?”, cuestionó públicamente Coello Trejo.
Según el portal de internet lapoliticaonline.com esta empresa arrastraba deudas millonarias, pero tenía la certeza que Pemex la compraría, y a sabiendas de que se lograría esta transacción, su consejo de administración se otorgó un dividendo de 861 millones de pesos -la módica suma de 50 millones de dólares al tipo de cambio de ese momento-, del cual 619 millón de pesos fueron repartidos en “efectivo” a través del Fideicomiso F/470, controlado por Banco Azteca.
El portal señala que la empresa tenía prohibido pagar o distribuir dividendos, a menos que Salinas Pliego diera su consentimiento previo y por escrito, lo cual ocurrió en septiembre del 2015.