Wall Street Journal se lanza contra AMLO y critica sus mañaneras


Las conferencias de prensa matutinas que cada día protagoniza el presidente Andrés Manuel López Obrador son un sello distintivo de su administración. Cada mañana, entorno de las 7:00 horas, el mandatario de 65 años comparece ante la prensa y público en general.

La rutina del tabasqueño incluye una reunión a las 6:00 am con integrantes de su gabinete de Seguridad Pública o con otros funcionarios, según el tema o anuncio del día. Eso significa que para la hora que empieza su conferencia, ya está listo para responder casi cualquier tipo de pregunta y exhibir los avances de su gobierno.

La jornada se repite día tras día, en algo que ha sido catalogado por el Wall Street Journal como “su propio espectáculo personal”. Una conferencia de prensa diaria es más que inusual para cualquier líder mundial; y en México, marca un cambio radical, pues los presidentes eran vistos como un ser completamente inaccesible.

López Obrador no es un político cualquiera, “es un mago de la comunicación”, según declaró el propio ex ministro español, Felipe González en un evento el año pasado. “No conozco un solo líder político que pueda celebrar una conferencia de prensa semanal sin quemarse”, dijo.

De lunes a viernes, el presidente de izquierdas comparece ante medios de comunicación nacionales, internacionales, blogueros, tuiteros y administradores de páginas de Facebook por igual. Fueron las redes sociales las que lo impulsaron a la presidencia y que de cierta manera, lo han convertido en un producto de mercadotecnia,vendiendo camisetas, tazas y hasta calcetines con su nombre y lemas.

-¿Cómo es vista la “mañanera” de AMLO fuera del prisma gubernamental?

“Es menos un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas que de comunicación política”, dijo Juan Pardinas, editor del diario Reforma, para el Wall Street Journal.

Este periódico nacional ejemplifica bien lo que ocurre con la prensa crítica a Obrador, denominada por el propio presidente como “prensa fifí”. Los medios incómodos son a menudo vilipendiados en las redes sociales y a ello se suma la presión del gobierno.

Al respecto, el diario estadounidense asegura que muchos medios locales desconfían de desafiar al presidente porque la gran mayoría depende de la publicidad gubernamental para alcanzar un punto de equilibrio en sus finanzas. Andrew Paxman, historiador y experto en medios de la universidad de investigación CIDE en Aguascalientes, señaló que el presupuesto oficial de este año implica unos USD 240 millones en publicidad.

López Obrador ha negado estar detrás de la intimidación contra la prensa. Sin embargo, le ha llegado a decir a los periodistas que “si ustedes se pasan, pues ya saben lo que sucede”.

El carisma del mandatario no es sinónimo de veracidad. The Wall Street Journal recuerda que Spin, una consultora nacional, demostró que el presidente hace, en promedio, seis declaraciones falsas en cada conferencia de prensa. El alza en homicidios, el desempleo, la economía nacional… todos estos son temas en los que al menos una vez Obrador ha dado datos imprecisos.

“En todo momento, un tema es constante: el presidente fue elegido para sacar al país de un período oscuro de políticas económicas neoliberales como las privatizaciones que protegieron a una élite corrupta y conservadora a expensas de la gente buena y honesta de México. Es un mensaje que resuena en un país con una de las brechas más altas del mundo entre ricos y pobres”, señaló el Wall Street Journal.

Esta condición ha sido aprovechada por el mandatario, que utiliza sus conferencias de prensa para eliminar a los medios como intermediarios entre los hechos y la gente, y llevar su mensaje directamente a la población, quienes agradecen sentirse en contacto con su gobernante.

“Las legiones de simpatizantes del presidente agradecen la oportunidad de escuchar directamente a un líder en el que confían”, enfatiza el medio estadounidense.

Como parte de su atractivo populista, redujo su propio salario a la mitad y recortó también los salarios de la mayoría de los altos funcionarios; está vendiendo el avión presidencial mientras viaja en vuelos comerciales; y abrió la antigua residencia presidencial a los visitantes, permitiendo que más de un millón de mexicanos recorrieran sus salas.

Cuando las propias organizaciones internacionales contradicen las afirmaciones de López Obrador, éste no duda en desestimar sus proyecciones. Caso concreto el Fondo Monetario Internacional (FMI), que redujo la estimación de crecimiento nacional hasta el 0.9%.

“Con el debido respeto, esas organizaciones fueron las que impusieron políticas económicas neoliberales que causaron tanto daño a México. Creo que deberían disculparse con el pueblo de México “, respondió Obrador.


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