Tamarindo para curar naturalmente el hígado graso


El tamarindo es consumido por su agradable sabor, pero además es muy bueno para la salud debido a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, aparte de vitamina A, magnesio, hierro, potasio y calcio.

El tamarindo resulta útil para la limpieza de los intestinos por tratarse de un laxante suave que no genera efectos secundarios. Al consumirlo depuramos el organismo de las sustancias perjudiciales que ingerimos en la carne, productos enlatados o altamente procesados.

Por sus propiedades desinflamantes, las personas que padezcan artritis se sentirán mejor si lo incluyen 3 o 4 veces a la semana en te o jugo. Al combatir infecciones, es recomendable en casos de cistitis o dolor al orinar, en casos de infección vaginal y para fortalecer el sistema inmunológico.

Para el dolor en las articulaciones tomar un Te de Tamarindo todas las mañanas ayuda genera un efectivo alivio. Ante el problema del hígado graso, el tamarindo ayuda a limpiarlo, a bajar de peso y depurar este órgano tan importante.

Tomar diariamente un té de Tamarindo o consumir su vaina, tiene el beneficio de regular los niveles de azúcar en sangre, evitando las descompensaciones.

El té de tamarindo
El poder que tiene para desinflamar, hace que la hinchazón en el abdomen disminuya conforme se consume, también favorece la eliminación de líquidos retenidos.
Si tienes problemas de caída de cabello, haz un Te y coloca con ayuda de un algodón en el cuero cabelludo por las noches durante 15 días, verás como ya no habrá caída y el cabello es más dócil y tiene más brillo.
Debido al potasio que posee, es muy bueno para la salud del corazón. Si no tienen buena digestión, incluye tamarindo en tu dieta. Además, la infusión de hojas de tamarindo retira los parásitos intestinales.
Cuando se tenga desgaste físico, tomar abundante agua de tamarindo para recuperar la energía perdida.

Cómo preparar el té de Tamarindo
En un litro de agua hirviendo, colocar dos vainas de tamarindo de 10 centímetros aproximadamente, dejar que hierva a fuego bajo durante 10 minutos y dejar enfriar.
En refrigeración puedes dejarlo de 3 a 5 días.
Puedes congelar porciones de una taza en la nevera y de ahí tomar las que vayas necesitando.
También puedes consumirlo en aguas frescas o en trozos.


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